viernes, 4 de noviembre de 2016

COSMOVISIÓN DE LAS TIERRAS BAJAS

Los indígenas de tierras bajas comienzan a hacerse visibles ante el país con la marcha por el “Territorio y la dignidad” de agosto de 1990, primera movilización de este tipo que hasta la fecha ya tiene nueve versiones. A partir de ese momento la sociedad boliviana empieza a conocer y diferenciar a estos pueblos con sus especificidades. Con esa manifestación los indígenas ponen en agenda además de reivindicaciones tangibles como la tierra-territorio, propuestas intangibles como la dignidad, lo que supone profundos desafíos para que el Estado resuelva esos cuestionamientos.
Como producto de esta marcha se declaran los primeros territorios indígenas. A este evento se suman el recordatorio de los 500 años de la conquista de América por los españoles, la problemática ambiental y otros factores en el contexto internacional, que propician un escenario favorable al reconocimiento social y la visibilidad nacional de los indígenas de tierras bajas de Bolivia.
La Declaración de los Derechos Indígenas de Naciones Unidas en 1993 es un acontecimiento que influye en la cooperación internacional sobre todo la europea que canaliza programas y proyectos destinados a fortalecer el movimiento indígena, razón por la cual esta coyuntura genera oportunidades para las organizaciones indígenas que aumentan su capacidad de negociación e incidencia de sus demandas ante el Estado.
Este es un punto de inflexión que permitió avanzar en el reconocimiento de los pueblos indígenas de tierras bajas y los situó no simplemente como una singularidad cultural o folklórica del oriente boliviano, sino con un modo de vida y de trabajo diferente por las características de las relaciones de producción en contextos ambientales particulares. Las organizaciones se estructuraron y reconstruyeron para perfilar una mayor presencia política y sobre todo alcanzar su reivindicación territorial. Por primera vez se establecieron los argumentos que viabilizaron el reconocimiento de la condición multiétnica y pluricultural de Bolivia en la reforma de la Constitución Política del Estado de 1994.

Como señalan los ancianos, el mundo mitológico y ritual ancestral ya no existe en su forma vital como en las primeras décadas del siglo XX. Hoy en día, sin embargo, siguen sosteniendo sus visiones sobre los espíritus de los muertos y sus poderes sobrenaturales. Asimismo, el respeto frente a los amos de la naturaleza continúa, que es característico entre todos los pueblos de las tierras bajas de Bolivia, aunque con algunas excepciones especialmente entre los pueblos cuya economía se basa en la recolección y la caza.

La Amazonía comprendida por áreas ecológicas, es así como cruceños, los del Chapare, etc. son amazónicos; la Palabra Amazonía proviene de una palabra griega que significa “sin senos”, en Grecia las mujeres guerreras llamadas Amazonas se cercenaban el pecho, al llegar la conquista a América se observo a mujeres guerreras a las cuales luego denominaron como las amazonas de América. Estas mujeres que habitaban la región amazónica eran las “icaniabas”.
Estas personas ocupan el lado este de nuestro país, es decir la parte de las tierras bajas de Bolivia y América Latina, mejor conocida como amazónica. Caracterizada por tener un clima cálido, húmedo y a veces seco en las parte del chaco. Además de contar con una diversidad extensa de flora y fauna silvestre.
Es por la inmensa variedad vegetal y animal; característica de este espacio geográfico, que estructuraron un estilo de vida ajeno al de los aymaras y quechuas. Las cuales se mantienen en un determinado territorio para trabajarlo y cuidarlo. Viviendo del cultivo de la tierra. Los guaranís por su parte recorren el territorio aprovechando los alimentos provenientes de la naturaleza. Y según la historia, van cambiando constantemente de lugar hacia otros espacios de donde puedan proveerse de alimento.
Tal vez esta forma de vida pueda considerarse parecida al de aquellas plagas devoradoras de alimento. Conocidas por abandonar el terreno cuando ya no se puede aprovechar más. Pero la realidad aparentemente similar, es otra.
"Ellos realizan estas pequeñas migraciones dentro la amazonía para mantener el equilibrio entre el resto de los seres vivos habitantes de la selva. Porque recolectan frutos, cazan mamíferos y aves, además de pescar en los ríos sólo cuando la comunidad requiere alimento. Una vez consumido este recurso vuelven a buscar otro sustento; para así no desperdiciarlo, demostrando respeto por la naturaleza." (Arratia, 2007)
Si ya dentro el espacio de recolección, caza y pesca la cantidad de alimento va disminuyendo; no al extremo de su agotamiento, se trasladan a otro sitio. Dejando el anterior libre durante algún tiempo, para poder este volver a ser abundante tras haber transcurrido cierto lapso. Es así como ellos aman y respetan su medio ambiente y llevan una vida placentera. Cumpliendo con muchos de sus anhelos característicos de su cultura.
Luego de las faenas de caza o pesca, el varón se dispone a reposar durante casi todo el día recostado en su hamaca. Interrumpiendo su descanso sólo cuando se acaban las provisiones. Esta es la estampa característica del hombre oriental, verlo descansando por muchas horas a la sombra de su techo sin más otro afán. Mientras los niños y jóvenes varones van aprendiendo las técnicas y secretos de caza, pesca y recolección desarrolladas por ellos desde hace muchos años atrás. A través de las charlas realizadas con los más ancianos de la comunidad. En cambio las mujeres dedicadas netamente a la labor culinaria, crianza de los más pequeños, confección de ropa con materiales de su entorno, y la atención a los hombres de la aldea. (Arratia, 2007)
Esta sociedad está más alejada en comparación a las dos anteriores de vivir preocupada por la acumulación de riquezas económicas u objetos materiales. Viven el día a día como criaturas libres en armonía con su medio circundante. Paradójicamente Camargo; el autor mencionado con anterioridad, introduce el término "económico" dentro la concepción guaraní. Comparándolo con el tan mencionado progreso dentro el presente ensayo.
Por otro lado las culturas andinas y amazónicas no dan tanta importancia al progreso como una adquisición de bienes materiales. Si bien admiten las facilidades en el trabajo que brinda la tecnología y su producción. Prefieren estar bien con su comunidad a pesar de no contar con los recursos para adquirir artefactos y maquinarias. Preponderando la suficiencia alimenticia y bendiciones dadas por sus deidades.
BIBLIOGRAFÍA
Lozada, Blithz. (2006). “Cosmovisión, historia y política en los andes”. Maestría en Historias Andinas y Amazónica. Universidad Mayor de San Andrés. Bolivia.


El Gobierno de Paz Zamora (1989-1993) reconoció mediante Decretos Supremos territorios indígenas en el Beni para el pueblo indígena Sirionó el territorio indígena de los pueblos Mojeño, Yuracare y Chiman -TIPNIS-, áreas territoriales de los grupos Chiman Poco después, otros cinco territorios serían reconocidos por el Gobierno a los indígenas en la misma área.

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